La educación positiva, firme y amable, ofrece mucha libertad a los niños, siempre dentro de un marco seguro.

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Los padres son los mejores guías y expertos para sus hijos. La neurociencia, las teorías y los análisis científicos son cada vez más importantes y potentes, sin embargo me parece que la intuición de los padres siempre será lo que prevalece

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Ser padre es el único curso por él que recibimos el diploma [el niño] antes de haber realizado la formación. Es el reto más difícil que podemos afrontar en la vida, que remueve todos nuestros límites y principios. Es difícil despejarse el camino y tener convicciones porque nos enfrentamos a diario a multitudes de consejos y recomendaciones. Me gusta recordar que todos somos súper padres imperfectos y está bien así.

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Creo que necesitamos seguir tomando cada vez más en cuenta las emociones ya que hoy en día tenemos más conciencia al respecto, así como más herramientas para expresarlas con mucha más serenidad. 

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Está claro que dormir no es un derecho sino un deber de todos los padres. Para acompañar a nuestros hijos con la mejor paciencia y disponibilidad, tenemos que descansar porque es una necesidad primaria. Por ello siempre recomiendo estructurar las noches para el bien de todos en la familia. ¡Lo hacemos mejor cuando nos sentimos mejor!

Dedicarse tiempo y llenar su reserva de actividad, conexión y tiempo a solas es fundamental también. Sentirse culpable es una constante para los padres ocupados, pero si somos felices, los niños también lo serán. Además priorizarse y cuidar de si mismo es una gran habilidad a enseñar a sus hijos.

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Mi papel es, por tanto, acompañaros y guiaros siempre con amabilidad y respeto, adaptándome a cada dinámica familiar para ayudaros a crecer con vuestros hijos.

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